
Podéis ver como se hicieron los espejos en este video.
El vestuario de Sharon Eyal combina lágrimas y arañazos con un vestido de tul de infinita delicadeza adornado con flores. “Estas flores son a la vez bellas y tristes, como si estuvieran al borde del desmayo, como si sangraran”, añade Eyal. “Llevan dentro de sí la idea de una belleza extraña: elegante y poética, pero frágil y fuerte a la vez”. A la coreógrafa le interesa la naturaleza mágica de las cosas, el extraño momento histórico que vivimos, que da la impresión de ser una fábula suspendida en el tiempo. La conciencia se funde con una dimensión onírica. Esta atmósfera está imbuida del sentimiento de ser algo único, una reunión de extremos, pasado y futuro, sueños y realidad.
Mientras pareciera que un secreto está a punto de revelarse, bailarinas y modelos dialogan en una complicidad femenina, para mostrar la nueva propuesta ready-to-wear de la casa de modas francesa.
En esta ocasión, María Grazia Chiuri presenta una paleta de colores que transita por los tonos más neutros como el gris, negro y blanco, para después sorprender con un rojo encendido, que porta la protagonista del Fashions film. También llama la atención la estética colegial de muchas de las prendas presentadas, algo que se ha repetido más de una vez en Semana de la Moda de París. Esto lo podemos ver en prendas como pichis, faldas midi, camisas blancas con cuellos o mocasines negros con calcetines blancos altos. Aunque entre toda esta estética infantil, también ha habido hueco para los vestidos de alta costura de ensueño y que nos hacen viajar a ese cuento de hadas que nos propone Dior.
De esta forma, se dio a conocer la colección otoño-invierno durante la Semana de la Moda de París.
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