“Si visitas Venecia, no puedes perderte San Marcos ni Burano. Aquí te cuento cómo recorrer ambos en un día.”. Nos levantamos pronto porque el día venía cargadito. Querimos visitar San Marcos y despues ir a las islas decidimos ir directas a Burano que me parece muy bonita y colorida
Después de un desayuno muy rico en el B&B San Firmino (100% recomendable)
A las 9:30 ya estábamos en la Basílica de San Marcos. Solo hicimos unos 10 minutos de cola y pudimos entrar sin problema.
La Basílica de San Marcos tiene planta de cruz griega y está coronada por cinco grandes cúpulas. Su interior deslumbra con más de 8.000 m² de mosaicos dorados que relatan escenas bíblicas en estilo bizantino. Estos mosaicos reflejan la luz de forma única, creando una atmósfera casi mística. El suelo, de mármol multicolor, presenta diseños geométricos y simbólicos que complementan la riqueza visual del conjunto.
Las columnas y arcos sostienen la estructura con una monumentalidad sobria y majestuosa. Detrás del altar, la Pala d’Oro brilla como una joya: un retablo bizantino de oro, esmaltes y piedras preciosas. La iconostasis, decorada con figuras de santos, separa el presbiterio de la nave central. La escasa iluminación natural acentúa el resplandor de los mosaicos y envuelve el espacio en penumbra dorada. El ambiente invita al recogimiento y a la contemplación. La basílica es un símbolo del poder veneciano, una fusión de fe, arte y esplendor histórico
Después subimos al Campanile en ascensor es la torre más alta de Venecia, con casi 100 metros de altura. De estructura sencilla y elegante, está construido en ladrillo rojo con un remate piramidal y una estatua dorada del arcángel Gabriel en la cima. Originalmente fue un faro y torre de vigilancia, además de campanario de la basílica. Desde su cima se obtienen vistas panorámicas espectaculares de la ciudad y la laguna. Aunque el original se derrumbó en 1902, fue reconstruido fielmente en 1912 como símbolo de la resistencia veneciana, y las vistas desde arriba son espectaculares, se ve toda Venecia: la Plaza de San Marcos, los tejados rojizos, los canales cruzando como venas, y al fondo la laguna. También se distinguen Murano, San Giorgio y varias islas más. Es el mejor sitio para entender cómo está construida la ciudad. Vale mucho la pena

Desde ahí fuimos caminando hacia Fondamenta Nove para coger el vaporetto a Burano, pero antes pasamos por el Campo de San Giovanni e Paolo y sitios preciosos por donde hicimos fotos

Llegamos a Burano a media mañana. La isla es pequeña y se recorre fácil. Las casas de colores parecen decorado, pero no lo son: la gente vive allí, tiende la ropa en la puerta y hace su vida. Todo está tan limpio y ordenado que parece recién pintado.
Una cervecita en la plaza imprescindible
Burano es conocida por el encaje, aunque lo mejor es pasear y mirar. No hace falta hacer mucho más.
Comimos en Trattoria Da Romano y fue un chasco: caro, raciones pequeñas y la fritura de pescado, floja. Tiene fama, sí, pero no repetiríamos.
Llegamos a Murano tarde, cuando ya estaban cerradas las fábricas de vidrio.
Quedaban algunas tiendas abiertas, pero el ambiente era más de escaparate que de taller. Paseamos un rato, vimos los canales y poco más. Si te interesa el proceso del vidrio, mejor ir por la mañana. A esa hora, todo lo demás es Venecia con menos gente.
Sobre las 18:00 volvimos al hotel a descansar un poco. Por la noche salimos a cenar por Cannaregio, que tiene mucho ambiente y es precioso para pasear. Pasamos por el Ponte Chiodo, hicimos unas fotos y empezamos la búsqueda de cena.
Es uno de los
dos únicos puentes en Venecia que no tienen barandillasIntentamos en Alla Vecia Papussa y en Paradiso Perduto, pero estaban llenísimos. Al final cenamos
en el Restaurante Oficina Food y Wine Ordesini , bastante caro pero al menos estaba todo rico.
Y con eso cerramos el día. Cansados, con mil fotos y con la sensación de que Burano se nos ha quedado grabado en la memoria.
Recomendaciones del día
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San Marcos y la Basílica: Entramos sin reservar y no tuvimos que esperar. En temporada alta puede haber más gente, pero con un poco de suerte se puede acceder sin reserva si llegas temprano.
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Burano: Pasea por sus calles coloridas y disfruta del ambiente tranquilo. Es un lugar perfecto para desconectar del bullicio de Venecia.
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Murano: Aunque no visitamos la famosa fábrica de vidrio, nos gustó su aspecto un poco decadente y auténtico, muy distinto al resto de la laguna. Ideal para quienes buscan una Venecia menos pulida y más real.
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Transporte en vaporetto: Consulta horarios para evitar aglomeraciones, especialmente fines de semana o festivos. El trayecto puede ser largo y con bastante gente.
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Calzado cómodo: Las calles y puentes son empedrados, prepárate para caminar bastante.
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Gastronomía: Nuestra experiencia fue decepcionante; no probamos los famosos dulces y la comida no estuvo a la altura de lo esperado. Es recomendable investigar bien dónde comer para no llevarse sorpresas.
Espero que os haya gustado podéis ver el recorrido del dia 1
AQUI , en el próximo post os mostrare el itinerario del día 3 que fue un recorrido por los lugares escondidos de Venecia
Look:
Vestido: Sringfield
Chaqueta cuero: Massimo Dutti
Botas: Zara
Bolso: Guess
Gafas: Multiopticas
Collar: Maria Pascual
Pendientes: Aliexpress
Que fotos tan bonitas, Burano es precioso 💖
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