Fue estrenada en 1841 en la Ópera
de París constituyéndose en pieza pura y fundamental de la danza clásica, tanto
por el tratamiento de los ideales románticos como por el empleo de la más refinada
técnica teatral del siglo XIX.
Giselle es la historia de
una joven e inocente campesina de 15 años, enamorada de Albrecht, un noble que
se ha disfrazado de aldeano para obtener su amor.
Sin embargo, éste es
desenmascarado por el guardabosque Hilarión, quien descubre su identidad.
La muchacha, desesperada,
enloquece y cae muerta ante tanto dolor.
En un segundo acto, donde ya el Romanticismo se da en todo en su esplendor, con movimientos delicados, etéreos y puros, Giselle se encuentra en su féretro, en un bosque, al borde de una laguna. A la medianoche, la joven es recibida en un mundo fantasmal, donde las Wilis,(según la leyenda eslava, espíritus de las novias abandonadas, que llevan un tutú blanco popularizado en La Sílfide) danzan, mientras la Reina Myrtha acoge a la muchacha.
Hilarión, arrepentido, llega y se arrodilla junto a la tumba pero es obligado a lanzarse al lago. Albrech también visita el sepulcro implorando perdón. Giselle se conmueve, pero la Reina la obliga a atraerlo con la danza a la muerte. Ella trata de salvarlo... Amanece. Las Wilis desaparecen y la imagen de Giselle se desvanece con el amanecer.
En un segundo acto, donde ya el Romanticismo se da en todo en su esplendor, con movimientos delicados, etéreos y puros, Giselle se encuentra en su féretro, en un bosque, al borde de una laguna. A la medianoche, la joven es recibida en un mundo fantasmal, donde las Wilis,(según la leyenda eslava, espíritus de las novias abandonadas, que llevan un tutú blanco popularizado en La Sílfide) danzan, mientras la Reina Myrtha acoge a la muchacha.
Hilarión, arrepentido, llega y se arrodilla junto a la tumba pero es obligado a lanzarse al lago. Albrech también visita el sepulcro implorando perdón. Giselle se conmueve, pero la Reina la obliga a atraerlo con la danza a la muerte. Ella trata de salvarlo... Amanece. Las Wilis desaparecen y la imagen de Giselle se desvanece con el amanecer.
Alicia Alonso es Giselle
En 1940, el mismo año de su
fundación, Alicia Alonso se incorporó al elenco del Ballet Theatre, hoy
American Ballet Theatre, cuyo repertorio, desde sus orígenes, fue uno de los
más ricos y completos. Para la temporada 1943-1944, que se había inaugurado el
10 de octubre, estaban programadas varias funciones de Giselle protagonizadas por la estrella de la compañía: Alicia
Markova.
Por aquellos días, la salud de
bailarina inglesa se había agravado considerablemente hasta el punto de una
urgente intervención quirúrgica. ¿Cómo salvar la temporada y la situación
económica de la agrupación? Lucia Chase y Oliver Smith, sus directores,
acudieron a las que eran, entonces, jóvenes promesas: Nora Kaye, Rosella Higtower
y Alicia Alonso, y entre ellas se distribuyeron los personajes que habían sido
propiedad exclusiva de Alicia Markova.
Kaye, Higtower y Alonso estaban
muy ocupadas aprendiendo los nuevos papeles, ensayando sus partes respectivas
en las obras del repertorio y montando las nuevas coreografías que se iban a
estrenar durante la temporada. Como parte de la misma, se había programado una
representación de Giselle, el 2 de
noviembre de 1943, y no fue hasta una semana antes de la función que el
bailarín inglés Anton Dolin, entonces la primera figura masculina de Ballet
Theatre, anunció que Markova no retornaría.
Fue imprescindible sustituirla en
el rol titular de Giselle. Las tres
quedaron estupefactas, pues constituiría una audacia someterse a los críticos y
sobre todo al público de la Metropolitan Opera House, los que sentían una
especial predilección por Markova en ese personaje. Además, sólo una semana
para aprender, montar y ensayar el papel, implicaría un debut improvisado, en
uno de los personajes más comprometedores y exigentes de todo el repertorio
tradicional.
Nora Kaye y Rosella Higtower se
negaron con el cerebro, Alicia Alonso aceptó con el corazón.
Más que una noche memorable, más
que una extraordinaria función, aquella representación del 2 de noviembre de
1943, en el antiguo Metropolitan Opera House, de Nueva York, fue el inicio de
una relación artista-personaje y artista-obra de arte, que trascendió el ámbito
de lo puramente teatral, para dar paso al nacimiento de un mito.
Acto II Las Willis
En mi paso por El Ballet de Cámara de Madrid. tuve el placer de bailar como una Willi, os dejo unas fotos.
¿Os gusta el ballet Giselle?, espero vuestros comentarios
Hasta el próximo Post!!!
Que linda Alicia que Dios me la conserve y a usted tambien mi bella
ResponderEliminarA usted tambien
EliminarA usted tambien
EliminarQue preciosidad, me encantan las fotos. Vosotras estais rebonitas
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