Afanador y el Ballet Nacional: danza, fotografía y moda en diálogo creativo.

En el cruce entre la danza, la moda y la fotografía, pocas propuestas recientes logran una conexión tan profunda como Afanador, la pieza del Ballet Nacional de España inspirada en las icónicas imágenes del fotógrafo Ruven Afanador. Esta obra es un ejercicio de pausa y contemplación, donde el movimiento no avanza, sino que se detiene para convertirse en imagen.

El Ballet Nacional, bajo la dirección de Marcos Morau, sigue explorando nuevas formas de contar a través del cuerpo, alejándose de la danza narrativa tradicional para acercarse a una experiencia visual y sensorial que se siente más que se explica.

El cuerpo detenido y la fotografía en movimiento.

La influencia de Ruven Afanador se nota en cada instante. Sus fotografías, reconocidas por captar cuerpos en poses poderosas, casi escultóricas, parecen haberse trasladado a escena. En Afanador, los bailarines no bailan en sentido clásico: posan, se congelan en gestos cargados de memoria y silencio. La coreografía de Morau es un diálogo entre la imagen y el tiempo, donde cada postura parece un retrato vivo que invita a detener la mirada.

Moda como estructura y memoria

El vestuario de Silvia Delagneau sostiene este concepto con una propuesta en blanco y negro que trasciende el simple atuendo. Sus diseños no son ligeros ni efímeros; al contrario, están hechos para contener y definir al cuerpo. Faldas rígidas, mantones y tejidos que recuerdan texturas clásicas se transforman en una especie de armadura emocional que encierra las emociones no expresadas con palabras.

La moda aquí es un lenguaje que complementa la coreografía, aportando volumen, forma y significado. No solo acompaña, sino que delimita el movimiento y potencia la idea de imagen detenida, reforzando la sensación de un instante congelado en el tiempo.

La dirección artística que envuelve todo

Marcos Morau, conocido por su mirada teatral y pictórica, dirige esta pieza con una sensibilidad que privilegia la imagen y la atmósfera. La iluminación tenue y la escenografía minimalista de Max Glaenzel crean un espacio casi sagrado donde el cuerpo, el vestuario y la luz dialogan sin necesidad de más elementos.

El resultado es un espectáculo que más que contar una historia tradicional, invita a sentir la danza desde otra perspectiva: la de la quietud y la contemplación.

Una experiencia para quienes buscan más allá del movimiento

Afanador es para quien se deja atrapar por la belleza en la pausa, el silencio entre los gestos, la textura de un tejido que pesa y sostiene. Es un recordatorio de que la danza no siempre tiene que ser efímera y dinámica, sino que también puede habitar el tiempo detenido y el espacio entre la imagen y la memoria.

Si te interesa la intersección entre moda, danza y arte visual, esta pieza es una parada obligada para apreciar cómo cada uno de estos elementos puede dialogar y enriquecer la experiencia escénica.

🩰 Datos prácticos: Afanador  se estrenos en Crea del Sur en Abril y podéis verlo del 10 al 20 de Julio 2025 en el Teatro la Zarzuela de Madrid, bajo la dirección artística de Marcos Morau. Vestuario diseñado por Silvia Delagneau, con escenografía de Max Glaenzel y música original de Juan Cristóbal Saavedra.

Espero que os haya gustado, hasta el proximo post!!